Si casarse es motivo de gran alegría, llegar a celebrar el 25 ó 50 aniversario lo es mucho más.
Se hayan cumplido mas o menos las expectativas, tantos años de amor en pareja merecen una celebración.
Sean Bodas de Plata o de Oro, lo propio es hacer una renovación de votos para perpetuar ese amor otros tantos años más.
Lo más hermoso es que pueden asistir a la renovación del amor de la pareja los hijos e incluso, en muchos casos, los nietos, en un
acto que llega a superar en emotividad la de aquella boda celebrada años atrás.